Problemática de Riesgo Social.
Violencia Intrafamiliar.
La violencia tiene raíces históricas y hoy es más aguda y compleja que nunca. Se da a todos los niveles: político, económico, social, laboral, e intrafamiliar. Se toma todo los espacios: la calle, la escuela, el hospital, la empresa, el hogar. Asume múltiples formas: física, psicológica, sexual, verbal y económica.
La problemática de la violencia intrafamiliar es un tema que nos atañe a todos, pues sus consecuencias se ven reflejadas en el ámbito económico, político, social y de salud pública. De acuerdo con estudios del Banco Mundial, “las violaciones y la violencia doméstica llevan a la pérdida de nueve millones de años de vida saludable (AVISA) por año en el mundo” de seguridad pública porque involucra el libre ejercicio de los derechos y desarrollo de la personalidad. Por otro lado, afecta la unidad familiar porque la violencia es un patrón de interacción transmitido de generación en generación.
Tiene múltiples representaciones: suicidio, homicidio, desaparición, secuestro, masacre, maltrato, chantaje, ultraje. Afecta a todos: niños, niñas, jóvenes, adultos, hombres, mujeres, en calidad de víctimas o victimarios y hace parte de nuestra vida cotidiana.
La violencia intrafamiliar es un problema multicausal que se asocia con varios factores sociales, individuales, políticos y comunitarios. Entre los factores individuales se incluyen el sexo, edad, otros factores biológicos y fisiológicos, nivel socioeconómico, situación laboral, nivel de educación, uso de alcohol o drogas y haber sufrido o presenciado maltrato físico en la niñez. Aunque todos estos elementos inciden, no necesariamente determinan las situaciones de violencia. Cada factor de riesgo tiene su propio impacto marginal en la probabilidad de que una persona se comporte violentamente o sea objeto de violencia.
Por lo anterior, es importante recalcar que la violencia intrafamiliar juega un papel muy importante en la vida de los niños, niñas y adolescentes en cuanto al tema de los trastornos de personalidad, si bien se puede afirmar que en la mayoría de los casos, los niños y niñas son también víctimas de la violencia física, por ello se tiene como consecuencia que crezcan pensando que la violencia es una pauta normal en el relacionamiento entre adultos. Estos niños y niñas, constituyen su personalidad en función de la violencia, interiorizan los roles de maltratador o maltratada y los patrones de conducta violenta. La violencia intrafamiliar, ocurre durante la etapa de maduración psicológica del niño o la niña, donde una figura referente como el padre, arremete contra la madre. Los hijos e hijas de un maltratador crecen en el miedo, son propensos al estrés traumático, depresión y trastornos de personalidad, sin necesidad de que sean objeto directo del maltrato, en definitiva la violencia intrafamiliar siempre afecta a los hijos e hijas, ya sea como testigos o como víctimas directas de las agresiones. Esto afecta las emociones, valores, pensamientos, rendimiento escolar y su adaptación.
Localidad de Bosa – Violencia Intrafamiliar:
Bosa es la localidad número 7 de Bogotá. Está ubicada en el extremo suroccidental de la ciudad, Su extensión es de 2.466 hectáreas, correspondiente a un 2.87% del total del territorio del Distrito. Limita al sur con la Autopista Sur, la localidad de Ciudad Bolívar y el municipio de Soacha; al occidente con los municipios de Soacha y Mosquera; al norte con Mosquera y el río Bogotá; y por el oriente con las localidades de Ciudad Bolívar y Kennedy. Cuenta con cinco UPZ (Unidades de Planeamiento Zonal): Apogeo, Bosa Occidental, Bosa Central, El Porvenir y Tintal Sur.
Los casos de violencia intrafamiliar denunciados ante las Comisarías de Familia del Distrito (cuadro 63), durante 2002 se presentaron un total de 36.149 casos denunciados, de los cuales 2.498, que equivalen al 6,9%, se presentaron ante la Comisaría de Familia de Bosa. La localidad muestra una tasa de 554,5 denuncias por VIF (Violencia Intrafamiliar) por cada 100.000 habitantes, cifra que resulta superior a la tasa promedio del Distrito (544,7) y ubica a Bosa dentro de las localidades con una tasa media-alta entre las localidades del Distrito.
Durante el año 2009 el Hospital Pablo VI Bosa recibió alrededor de 2.573 notificaciones de violencias a través del Sistema de Vigilancia de Violencia Intrafamiliar, notándose el aumento en la notificación en 645 casos en comparación con el 2008 (14.3%). Con respecto a la edad de los niños y niñas vulnerados se observa que los menores de 5 años son los más maltratados con un 44,2%, en segundo lugar se observan los preadolescentes y adolescentes entre los 10 y 15 años representando el 22,3%.
Estos datos pueden explicarse dado que estos grupos etarios son física y emocionalmente más frágiles, produciendo que el adulto opte por mecanismos de violencia coercitivos para implementar las pautas de crianza, esto sumado a la escasa escolaridad de la mayoría de los habitantes de Bosa, a los altos índices de desempleo o trabajo informal, que al final del día producen estrés y frustración, lo cual repercute negativamente en la dinámica familiar. Por otra parte estas cifras reflejan la importancia de empoderar a las mujeres, niños, niñas y adolescentes en la notificación y denuncia de las situaciones de violencias.
En la localidad, respecto a la población en situación de desplazamiento y específicamente en los niños y las niñas se ha identificado 216 como problemáticas la desnutrición, falta de hábitos de auto cuidado, problemas de salud oral, problemas respiratorios, dificultad visual, enfermedades eruptivas, ausencia o inadecuado manejo de pautas de crianza, violencia intrafamiliar, maltrato infantil. Se identifica la violencia en todas sus manifestaciones: física, emocional, negligencia, abandono, explotación sexual y económica, asociada a diversos factores como; la situación económica y disfuncionalidad de las familias, débil estructura de los valores, falta de oportunidades de capacitación para los padres y condiciones propias de las viviendas entre otras.