Momento 2: Problema ético.

Desarrollo integral del ser humano en el seno de la familia - Trastornos de personalidad en los niños.

Los seres humanos se enfocan previamente en el desarrollo de sus vidas y de su personalidad teniendo como objetivo principal realizarse como personas y cumplir cada una de las metas u objetivos que se proponen desde niños o adolescentes, por ende es importante crecer en un ambiente o entorno familiar donde prevalezca el amor, la confianza, la educación y el respeto, entre otros valores.

Por lo anterior y en base al tema principal: Trastornos de personalidad en los niños, es indispensable preguntarse ¿porque los niños crecen o desarrollan trastornos de personalidad? Los trastornos de personalidad representan uno de los problemas de mayor complejidad para aquellos dedicados a la atención de la salud mental; sin embargo, su presencia en la infancia y adolescencia no se ha reconocido en su verdadera dimensión, lo cual implica que el diagnóstico y tratamiento no lleguen en el momento donde es más posible lograr cambios a largo plazo. 

                    

                               

Lo que somos es el reflejo de lo que vivimos en nuestro hogar, los niños se forman dependiendo del ejemplo que reciben pero aún es un dilema ético que muchos padres o cabezas de familia no comprenden, razón por la cual se desatan los trastornos de personalidad en los niños. Como lo afirma la filosofa Adela cortina, los niños crecen en diferentes entornos, por lo cual aprenden lo que los adultos hacen, mas no lo que dicen siendo así el entorno familiar la base clave para el desarrollo de los niños, por ende de su personalidad, carácter, autoestima y desarrollo integral como ser humano. 

Ahora bien el desarrollo integral del ser humano esta enfocado principalmente en el descubrimiento y crecimiento desde que se nace, siendo así el entorno familiar (hogar) el principal causante de trastornos de personalidad ya que es allí donde crecen, se crían, aprenden, se educan etc. En muchos entornos familiares existe un erróneo concepto de educación que reciben los niños en muchos hogares, pese a que se les dice que deben hacer pero no se les MUESTRA y ejemplifica lo que deben hacer, siendo que además los niños son tan hábiles que no aprenden lo que les dicen, sino lo que ven que otros hacen.

Causas del trastorno de personalidad en base el desarrollo integral desde el seno de la familia:

- Traumas infantiles: El maltrato, abuso o negligencia emocional en la infancia parecen jugar un papel especialmente importante en el desarrollo de diversos trastornos de personalidad. En particular, entre las personas con trastorno límite, el 55% ha sido víctima de abuso sexual. Esto no significa necesariamente que el abuso sexual sea la causa, sino más bien puede implicar que, en una personalidad con cierta predisposición, el trauma del abuso actuó como desencadenante.

- La negligencia emocional: Es otro aspecto importante a tener en cuenta en la aparición de este tipo de trastornos. Consiste en ignorar o no prestar atención a las necesidades emocionales de los niños.

En algunos casos, la personalidad de un niño puede ser (por motivos genéticos) tan difícil de manejar que los padres no sepan cómo hacerlo y acaben respondiendo con abuso o negligencia, agravando los problemas del niño y propiciando la aparición del trastorno.

- El abuso verbal: Puede tener también un impacto. En un estudio realizado con 793 madres, los investigadores les preguntaron si habían gritado a sus hijos y les habían dicho que no los querían o amenazado con echarlos. Los niños que habían experimentado este tipo de abuso verbal tenían el triple de probabilidades de desarrollar trastorno de personalidad límite, narcisista, obsesivo-compulsivo o paranoide en la edad adulta.

- Aprendizaje: Conforme los niños crecen, van aprendiendo de las experiencias que viven. No obstante, este aprendizaje puede verse afectado de un modo perjudicial por factores ambientales como los siguientes:

1. Experiencias frecuentes que crean ansiedad pueden minar los sentimientos de seguridad y acaban provocando estilos de comportamientos y modos de afrontar esas experiencias que no son sanos. Por ejemplo, los hijos de padres alcohólicos pueden aprender que los demás son imprevisibles y no son de fiar, lo que influirá en su comportamiento con los demás.

2. Experiencias que no crean malestar emocional pero que llevan a comportamientos perjudiciales. Por ejemplo, un niño al que le consienten todo y jamás recibe un “no” por respuesta, puede aprender a esperar que todo el mundo se comporte así con él o ella.

3. La falta de determinadas experiencias puede hacer que no se aprendan ciertos comportamientos necesarios para tener un buen funcionamiento. Por ejemplo, el niño que se cría prácticamente solo porque sus padres nunca están en casa aprende a no esperar nada de los demás.